¿Qué es exactamente la arena? Y, por cierto, ¿por qué la arena de la República Dominicana es tan blanca como una perla?
La arena es una auténtica reliquia. En cierto modo, podríamos decir que una playa es el resultado de miles de años de interacción mecánica entre la tierra, el aire, el agua y, en algunos casos, incluso el fuego. Cuando se coge un puñado de arena, se observa una mezcla de cientos de miles de granos negros, blancos, translúcidos y brillantes.
Según los matemáticos, un puñado de arena contiene alrededor de 1.000.000 de granos de minerales. Impresionante, ¿verdad? Pero, ¿cómo ha llegado a ser tan pequeña, delicada y uniforme? Los granos de arena no son otra cosa que rocas marinas y continentales finamente divididas, y partículas minerales, así como bioorganismos. Estas partículas fueron sometidas a innumerables horas de procesos de erosión y meteorización antes de volverse casi indivisibles.
Compuesta por diferentes materiales que varían según la ubicación, la arena se presenta en una gama de colores que incluye el blanco, el negro, el verde e incluso el rosa. El componente más común de la arena es el dióxido de silicio en forma de cuarzo. Las masas terrestres están formadas por rocas y minerales, como el cuarzo, el feldespato y la mica.
La gran mayoría de las playas de Estados Unidos, Europa y Oceanía son de arena de cuarzo. Pero las islas tropicales, como la República Dominicana, no tienen una fuente rica en cuarzo, por lo que la arena es diferente en estos lugares. La arena de las playas de las islas tropicales suele tener un aspecto blanco porque está formada por carbonato cálcico, que procede de las conchas y esqueletos de los organismos marinos que viven en los arrecifes, como los corales, los moluscos y los microorganismos llamados foraminíferos. La arena se forma cuando el arrecife se rompe, ya sea por fuerzas mecánicas -como las olas y las corrientes- o por la bioerosión causada por el pastoreo de peces, erizos y otros seres marinos.
Ahí lo tiene, por eso nuestra arena es tan irresistiblemente blanca, y una razón más para considerar hacer de las playas azules y las arenas blancas su domicilio permanente.
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